EL HOMBRE QUE SABE
DEMASIADO
Peña Lillo, Bs As, 1ra edición 1982, 20x14, 336 pp. Tapa blanda, rustica
original de editor, ejemplar sin uso, excelente estado.
Jorge Antonio (Buenos Aires, 1917 - 2007) fue un empresario y político,
ligado al presidente Juan Domingo Perón.
Testigo clave, y no pocas veces protagonista de nuestra historia
reciente. Se puede compartir o no su versión de los hechos. Conocerla es
necesario para quienes pretenden tener una visión más completa de una realidad
muchas veces desfigurada.
Enfermero del Colegio Militar de la Nación en 1942, tras trabajar en
varias empresas, llegó a dirigir General Motors y Mercedes Benz de Argentina.
La fortuna de Antonio creció, en paralelo a su amistad con Juan Duarte, cuñado
de Perón. En 1950, Antonio compra Radio Belgrano, Canal 7 y la agencia de
noticias Telam. También invirtió en el sector agroindustrial y adquirió un
banco, que lo ayudó a construir una relación de importancia con la presidencia. Entre sus empleados estuvo Adolf Eichman, bajo el
nombre falso de Ricardo Clement; Antonio admitió que conocía la verdadera
identidad de Eichman. Se lo vinculó a las historias sobre el "Oro
Nazi" y la fuga de nazis a países americanos. Con
el derrocamiento de Perón en septiembre de 1955, se negó a abandonar el país y
fue arrestado. Permaneció preso en un barco, en Ushuaia durante un mes y
finalmente, en Río Gallegos durante dos años. Sus propiedades fueron
confiscadas y vendidas por los militares, vía jueces. Junto con otros
dirigentes peronistas, se fugó a Chile. Tras luchas por el asilo y pedidos de
extradición, le fue finalmente concedido asilo político por el gobierno
chileno. Posteriormente residió en Cuba, y por 20 años en España. En este último
lugar, a pesar de la animosidad de María Estela Martínez y su asesor, José
López Rega, Antonio fue asesor y financista del Perón exiliado.
Más tarde, en los años 1970, fue desplazado de su puesto por López Rega,
y cuando regresó Perón y triunfó en las elecciones de 1973, Antonio optó por
quedarse en Madrid. Excepto por un breve período, en 1974 con el fallecimiento
de Perón, no regresó más a la Argentina sino hasta 1977.
Fue también amigo de Carlos Saúl Menem, en cuya presidencia volvió a
influir como un empresario importante. Antonio lo presentó a Menem, también
hijo de sirios, a Perón en 1964. Se distanció de Menem cuando éste se despegó
de la plataforma popular del Justicialismo en su presidencia.
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