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lunes, 12 de enero de 2015

DE BUENA FUENTE - JORGE TIMOSSI

DE BUENA FUENTE   -  JORGE TIMOSSI
Editora Política, La Habana, 1ra edición 1988, 17.5x11, 273 p. Tapa blanda, rustica editorial, ejemplar sin uso, excelente estado.

Nació en Argentina y murió en Cuba en 2011. Jorge Timossi es uno de los grandes periodistas de la América Latina. Sus crónicas y reportajes, su bregar infatigable con la noticia, ponen en evidencia una cada vez más difuminada frontera entre periodismo y literatura. Asombran su capacidad de síntesis, sus descripciones casi fotográficas y sus retratos y caracterizaciones, que lograba de un solo trazo, y, sobre todo, su visión ubicua, su ojo particular que lo llevaba a reparar —cuestionador e irónico— en lo que otros pasaron por alto.
Si, como dice G. K. Chesterton, el periodismo es la profesión de los que se quedaron sin profesión, Timossi fue un buen exponente del aserto. Estudió Química y en un laboratorio, escribió sus textos iniciales hasta que un día, como otros argentinos, se fue con la mochila al hombro: ansiaba conocer cómo era el continente y eso jamás lo conseguiría desde aquel Buenos Aires donde había nacido en 1936. Sus amigos de entonces eran Rodolfo Walsh, Paco Urondo, Joaquín Lavado (Quino, el de Mafalda). Walsh era amigo de Jorge Ricardo Masetti y fue Rodolfo quien dijo a Timossi que si en Cuba vencía la Revolución habría en La Habana una agencia de noticias que se llamaría Prensa Latina, y que ya en Río de Janeiro existía una oficina de esa agencia a la que podía remitir lo que escribiera.
El triunfo del proceso revolucionario cubano sorprende a Timossi en tránsito hacia Perú por el lago Titicaca. Carecía del dinero necesario para llegar a Brasil, pero el poeta Thiago de Melo, cónsul brasileño en La Paz entonces, acudió providencialmente en su ayuda con aquel boleto para un tren de segunda que le permitió arribar a São Paulo.
A partir de ahí no se detuvo. De Río de Janeiro viajó a La Habana y aquí comprendió, como le advirtiera Masetti, que en Cuba había que ser más revolucionario que periodista. Estuvo en Santo Domingo en los días de la invasión norteamericana de 1965, y asistió en Libia al ascenso de Gaddafi al poder. Fue corresponsal en Argelia —y también en México y en Francia— y en Portugal, como enviado especial, cubrió la Revolución de los Claveles. Conoció en Nicaragua, donde también sirvió como corresponsal, la alegría del triunfo sandinista y vivió en Chile el día imborrable del golpe de Estado y la muerte del presidente Allende. Por la obra de su vida, y ya con la nacionalidad cubana, recibió el Premio Nacional de Periodismo José Martí que otorga la Unión de Periodistas de Cuba.
Mañoso y audaz, ningún obstáculo parecía resultarle infranqueable a Timossi en la búsqueda de la información, aunque para conseguirla debió valerse a veces de recursos extremos, como cuando, a punto de finalizar la cumbre islámica de Marruecos (1969) quiso conocer la opinión que sobre ella tenía Yasser Arafat y no halló otra forma de preguntársela que la de colarse en su comitiva para penetrar, como parte de ella, en la casa donde se alojaba el presidente de la OLP. No había encontrado aún la ocasión de presentarse cuando fue descubierto por la escolta, y «me vi inmediatamente rodeado por varios palestinos bastante altos, que ya se encargaban de mis piernas, brazos y hombros. Hice lo único que podía hacer: gritar. Y grité ¡¡Cuba, Fidel, I´m journalist!!… Y menos mal que Arafat escuchó y entendió rápido. Pude pisar tierra otra vez… Tuve una buena entrevista».
De buena fuente, publicado en 1988, tiene un tono íntimo y evocativo, y las crónicas que lo conforman, más allá de la mera recopilación de trabajos dispersos, son, vistas en su conjunto, una suerte de autobiografía fascinante, las memorias de un reportero que, de tanto amarlo, cuando empieza a hablar sobre periodismo termina siempre haciéndolo acerca de sí mismo.
Miembro fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina, junto a Ricardo Massetti, Ernesto Che Guevara, Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo y Carlos María Gutiérrez. Ha sido corresponsal y enviado especial en países como Brasil, Argentina, Argelia, Chile, Francia, Nicaragua y México. A partir de 1961 se convierte en corresponsal viajero de esa agencia y asistió a numerosas conferencias de cancilleres y cumbres del Movimiento de Países No Alineados (India, Sri Lanka, Perú y otros).  Estuvo tres años como corresponsal en Argelia y dio cobertura a la invasión norteamericana en República Dominicana en 1965.  Ocupó el cargo de Jefe de la oficina de Prensa Latina en Chile en 1970 y cuando el golpe fascista de Pinochet debe abandonar ese país
Fue subdirector de Información de Prensa Latina en su redacción central. Reportó como enviado especial la revolución iraní y visitas de Fidel Castro a varios países o encuentros internacionales.
Es autor de libros de poesía, cuentos y testimonios. Se desempeñó como Director de la Agencia Literaria Latinoamericana y Vicepresidente del Instituto Cubano del Libro. Ha colaborado con diversos órganos de presa cubanos, con la revista Casa de las Américas y con suplementos literarios de América Latina.

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