DE BUENA FUENTE - JORGE TIMOSSI
Editora Política, La Habana, 1ra edición 1988, 17.5x11, 273 p. Tapa
blanda, rustica editorial, ejemplar sin uso, excelente estado.
Nació en Argentina y murió en Cuba en 2011. Jorge Timossi es uno de los
grandes periodistas de la América Latina. Sus crónicas y reportajes, su bregar
infatigable con la noticia, ponen en evidencia una cada vez más difuminada
frontera entre periodismo y literatura. Asombran su capacidad de síntesis, sus
descripciones casi fotográficas y sus retratos y caracterizaciones, que lograba
de un solo trazo, y, sobre todo, su visión ubicua, su ojo particular que lo
llevaba a reparar —cuestionador e irónico— en lo que otros pasaron por alto.
Si, como dice G. K. Chesterton, el periodismo es la profesión de los que
se quedaron sin profesión, Timossi fue un buen exponente del aserto. Estudió
Química y en un laboratorio, escribió sus textos iniciales hasta que un día,
como otros argentinos, se fue con la mochila al hombro: ansiaba conocer cómo
era el continente y eso jamás lo conseguiría desde aquel Buenos Aires donde
había nacido en 1936. Sus amigos de entonces eran Rodolfo Walsh, Paco Urondo,
Joaquín Lavado (Quino, el de Mafalda). Walsh era amigo de Jorge Ricardo Masetti
y fue Rodolfo quien dijo a Timossi que si en Cuba vencía la Revolución habría
en La Habana una agencia de noticias que se llamaría Prensa Latina, y que ya en
Río de Janeiro existía una oficina de esa agencia a la que podía remitir lo que
escribiera.
El triunfo del proceso revolucionario cubano sorprende a Timossi en
tránsito hacia Perú por el lago Titicaca. Carecía del dinero necesario para
llegar a Brasil, pero el poeta Thiago de Melo, cónsul brasileño en La Paz
entonces, acudió providencialmente en su ayuda con aquel boleto para un tren de
segunda que le permitió arribar a São Paulo.
A partir de ahí no se detuvo. De Río de Janeiro viajó a La Habana y aquí
comprendió, como le advirtiera Masetti, que en Cuba había que ser más
revolucionario que periodista. Estuvo en Santo Domingo en los días de la
invasión norteamericana de 1965, y asistió en Libia al ascenso de Gaddafi al
poder. Fue corresponsal en Argelia —y también en México y en Francia— y en
Portugal, como enviado especial, cubrió la Revolución de los Claveles. Conoció
en Nicaragua, donde también sirvió como corresponsal, la alegría del triunfo
sandinista y vivió en Chile el día imborrable del golpe de Estado y la muerte
del presidente Allende. Por la obra de su vida, y ya con la nacionalidad
cubana, recibió el Premio Nacional de Periodismo José Martí que otorga la Unión
de Periodistas de Cuba.
Mañoso y audaz, ningún obstáculo parecía resultarle infranqueable a
Timossi en la búsqueda de la información, aunque para conseguirla debió valerse
a veces de recursos extremos, como cuando, a punto de finalizar la cumbre
islámica de Marruecos (1969) quiso conocer la opinión que sobre ella tenía
Yasser Arafat y no halló otra forma de preguntársela que la de colarse en su
comitiva para penetrar, como parte de ella, en la casa donde se alojaba el
presidente de la OLP. No había encontrado aún la ocasión de presentarse cuando
fue descubierto por la escolta, y «me vi inmediatamente rodeado por varios
palestinos bastante altos, que ya se encargaban de mis piernas, brazos y
hombros. Hice lo único que podía hacer: gritar. Y grité ¡¡Cuba, Fidel, I´m
journalist!!… Y menos mal que Arafat escuchó y entendió rápido. Pude pisar
tierra otra vez… Tuve una buena entrevista».
De buena fuente, publicado en 1988, tiene un tono íntimo y evocativo, y
las crónicas que lo conforman, más allá de la mera recopilación de trabajos
dispersos, son, vistas en su conjunto, una suerte de autobiografía fascinante,
las memorias de un reportero que, de tanto amarlo, cuando empieza a hablar
sobre periodismo termina siempre haciéndolo acerca de sí mismo.
Miembro fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina, junto a
Ricardo Massetti, Ernesto Che Guevara, Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh,
Rogelio García Lupo y Carlos María Gutiérrez. Ha sido corresponsal y enviado
especial en países como Brasil, Argentina, Argelia, Chile, Francia, Nicaragua y
México. A partir de 1961 se convierte en corresponsal viajero de esa agencia y
asistió a numerosas conferencias de cancilleres y cumbres del Movimiento de
Países No Alineados (India, Sri Lanka, Perú y otros). Estuvo tres años como corresponsal en Argelia
y dio cobertura a la invasión norteamericana en República Dominicana en 1965. Ocupó el cargo de Jefe de la oficina de
Prensa Latina en Chile en 1970 y cuando el golpe fascista de Pinochet debe
abandonar ese país
Fue subdirector de Información de Prensa Latina en su redacción central.
Reportó como enviado especial la revolución iraní y visitas de Fidel Castro a
varios países o encuentros internacionales.
Es autor de libros de poesía, cuentos y testimonios. Se desempeñó como
Director de la Agencia Literaria Latinoamericana y Vicepresidente del Instituto
Cubano del Libro. Ha colaborado con diversos órganos de presa cubanos, con la
revista Casa de las Américas y con suplementos literarios de América Latina.
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