DAR LA CARA -
DAVID VIÑAS
Editorial
Jamcana, Bs As, 2da edición 1962, 14x19.5, 601 p. Tapa
blanda, rustica editorial, ejemplar usado, excelente estado. Cubierta
de Carlos Alonso y retrato fotográfico del autor en solapa de Walter
Fumarola
Trascendiendo
el pintoresquismo y lo descriptivo, prescindiendo de cualquier
tentación alegórica, Viñas conjuga su realismo con un sentido
lúcido y dramático, y empieza a desenmascarar a la ciudad buscando
las conexiones más sutiles, las motivaciones decisivas y las
interacciones entre hombre y hombre, el hombre y su propia intimidad,
y el hombre y su situación. Por eso, Viñas no practica una
literatura-literatura. Los libros de Viñas son denuncias,
agresiones, provocaciones y escándalos. A veces, consignas. No
escribe para tranquilizar, sino para obligar a la vigilia. "A la
vigilia de armas", como diría él. De ahí que Dar la cara,
además de ser un ancho e inquietante mural de Buenos Aires (más
aún: de la sociedad argentina contemporánea), vaya mostrando las
calles, los baldíos y los zaguanes por un lado, pero por otro los
tics y las infamias, las imposibilidades, las miradas, las alusiones
y los proyectos de los hombres y mujeres de carne y hueso. Y todo
esto insertado en un marco histórico concreto, en 1958, en el
momento en que se quiebran definitivamente "las grandes y
fáciles ilusiones". "Viñas trae la conciencia existencial
de la crisis argentina", ha escrito Juan Carlos Portantiero. Y
en este libro, Viñas prolonga esa actitud, pero afinándola en una
lucidez crítica que supera la de Un dios cotidiano o de Los dueños
de la tierra. Si en esas dos obras penetraba críticamente un colegio
religioso o se volvía hacia la represión de las huelgas de la
Patagonia provocando discusiones, enfrentamientos y polarizaciones,
en ésta, por las características de proximidad y vigencia del tema,
aborda una problemática intransferible y decisiva: el hoy y el aquí
de la Argentina. Nacido en 1929, Viñas es considerado uno de los
novelistas argentinos más representativos. Iniciado en la literatura
en 1955 con Cayó sobre su rostro, prosiguió su actitud polémica en
Los años despiadados (1956), Un dios cotidiano (1957) y Los dueños
de la tierra (1959). Director de la revista Contorno, en su momento
núcleo a lo más valioso de su generación.
POR CUALQUIER
CONSULTA COMUNICATE CON NOSOTROS. Envíos
La Pluma Libros
Rosario
Libros con más
historias que las que cuentan.