LOS CATOLICOS POSCONCILIARES EN LA
ARGENTINA MAYOL HABEGGER ARMADA
Galerna, Bs As, 1ra edición 1970, 19x12, 407 pp. Tapa blanda con
solapas, rustica original de editor, ejemplar uso, muy buen estado. Libro
procedente de biblioteca privada, con el sello de la misma en diferentes
páginas.
Alejandro Mayol integró el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo
y fue amigo y compañero de viajes de Carlos Múgica. Eligió, en aquel tramo,
tocar la viola, componer canciones, acercarse al pueblo a través de la música.
“El padre Alejandro” salía por la prehistórica tevé de entonces, con varios hits
de su cuño. No lo conmovían los purpurados sino
el Cristo irredento y rebelde. No se prosternaba ante jerarquías facciosas e
intolerantes. Dejó los hábitos, se casó, tuvo
cuatro hijos. Se permitía casar gente de vez en cuando en el campo, alegaba con
erudición que eso le estaba permitido. Fue
compositor e intérprete de música y piezas teatrales, incluyendo canciones
infantiles y sus Óperas cancheras. Algunas de sus obras más conocidas son La
Pasión según San Juan y Sinfonía inconclusa en la mar, esta última en colaboración
con Piero. Colaboró con Ariel Ramírez en su Misa criolla, a quien le presentó el boceto
original y la idea de utilizar música folclórica.
Norberto Armando Habegger fue un periodista y militante político,
secretario de organización de la rama política de Montoneros. En 1968, luego de un frustrado intento por
incorporarse a la organización guerrillera Fuerzas Armadas Peronistas (FAP)
fundó con Horacio Mendizábal y otros jóvenes democristianos, y provenientes del
nacionalismo católico desde el trabajo en villas miserias y en las fábricas, la
organización guerrillera peronista Comando Descamisados ―o simplemente
Descamisados―, de la que fue su primer responsable, que hizo su primera
aparición pública con la exhibición de la película La hora de los hornos, de
Pino Solanas y Octavio Getino en un cine de La Tablada. La organización
consideraba a la acción armada como un complemento a la construcción de bases
políticas mediante el trabajo en los barrios. El hecho más importante atribuido
a Descamisados por algunas fuentes fue el asesinato de Augusto Timoteo Vandor en
junio de 1969. Habegger fue nombrado subdirector del diario Noticias (entre
1973 y 1974) tras el relevo de Paco Urondo como responsable de la línea
política del diario por la conducción montonera. En agosto de 1978 fue secuestrado y permanece desaparecido.
Arturo Armada, su acercamiento al peronismo viene del contacto con una
agrupación universitaria, el Movimiento Humanista Renovador (MHR) de la
Facultad de Filosofía y Letras (UBA. Eran militantes de extracción
cristiana con vocación nacional y popular. Todo empieza, en parte, con el
proceso de renovación producido desde el Concilio Vaticano II de 1962 cuando se
acercaron al peronismo a través de la
lectura de los aportes del revisionismo histórico y del peronismo: Arturo
Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, “Pepe” Rosa, Juan José Hernández Arregui. El revisionismo histórico era un eje fundamental para
la organización, aunque no se compatibilizaba demasiado con el progresismo
cristiano o el peronismo de izquierda que asumían la mayoría de los integrantes
del M.H.R.
El libro es un profundo análisis de la génesis del cristianismo
liberacionista en Argentina y las complicidades de otros sectores cristianos
con el poder económico y militar. Bajo este
nombre convergieron grupos heterogéneos, con intereses y experiencias
disímiles, pero coincidentes en la búsqueda de una reformulación de la identidad
y la misión cristiana. Los protagonistas cristalizaban un modo de traducir el evangelio a la realidad social y política del
país. Su gran influencia no fue tanto numérica como cultural: encarnaron un
modo nuevo de vivir y pensar la fe católica. Esta renovación, que incluía lo
litúrgico y lo teológico, se caracterizó sobre todo por el compromiso social.
Las organizaciones de jóvenes católicos comenzaron a trabajar en villas,
misiones rurales y barrios marginales. A través de esos grupos, muchos jóvenes
tuvieron su primer contacto con la pobreza. En general se sentían muy identificados
con Jesús, con su amor a los pobres y su Evangelio, aunque no tanto con las
prácticas del catolicismo o su membresía en la Iglesia.
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