EL VICTORIAL, CRONICA DE DON PERO NIÑO por su alférez GUTIERRE DIEZ DE GAMES - edición y estudio de Juan de Mata Carriazo
Espasa Calpe, Madrid, 1ra ed. 1940, 25x19 cm, 395 pp.
Con fotografías fuera de texto del manuscrito original. Ejemplar intonso. Falta
tapa del libro.
Primera edición completa del texto original castellano
de “El Victorial” o “Crónica de Don Pero Niño, Conde de Buelna”, escrita por su
alférez, tal como se conserva el manuscrito 17648 de la biblioteca nacional de
España. El manuscrito original data de principios del siglo XV. El Victorial es
la biografía de un noble caballereo y un tratado en ejemplos del arte y oficio
dela caballería. Este doble carácter es esencial de la obra, en la que lo
narrativo y lo ejemplar, la historia y la doctrina, se dan y justifican
reciproca e inseparablemente.
En esta obra lo específico es la preocupación
moralizante, a la que se pretende considerar supeditados los valores históricos
y estéticos.
Encontramos en la obra tres ingredientes principales:
Doctrina de Caballería
Ejemplario de grandes Caballeros
Vida del caballero Pero Niño
Los relatos proceden de toda clase de fuentes, pero
principalmente de la poesía épica.
Pero Niño creció en la corte y fue muy bien adiestrado
en el manejo de las armas, llegando a alcanzar el mando de la Escuadra Castellana
con tan solo veinticinco años. Su vida fue contada por uno de los que mejor le
conocía y también quien mejor podía hacerlo más fidedignamente, su alférez
Gutiérrez Díez de Games. No en vano estuvo a su lado casi cincuenta años.
“El Victorial”, quizás primera biografía de la Lengua
Castellana, constituye una relación cronológica y exacta de la vida de Pero
Niño, que en 1782 fue impresa dentro de la “Colección de Crónicas de los Reyes
de España”
Una de las hazañas más triunfales de Pero Niño la llevó
a cabo precisamente partiendo del Puerto de Santander en 1405 con tres galeras.
Derrotó a los ingleses en las costas francesas, como le había pedido el rey, y
los persiguió hasta su propia casa, adentrándose en el Támesis y llegando a
avistar Londres. Cuentan las crónicas que en esta campaña arremetió ferozmente
contra el enemigo, “prendiendo hombres, cogiendo ganados y reduciendo a cenizas
más de ciento cincuenta casas y palacios”.
Pero Niño fue nombrado Conde de Buelna por el Rey D.
Juan II el día 30 de mayo de 1431, sábado, frente a las murallas de Granada, en
una batalla campal en la que él y su hijo, de igual nombre, lograron entrar en
la ciudad y cuando se disponían a facilitar la entrada de las tropas católicas
se produjo un terremoto que hizo cundir el pánico entre las mismas y batirse en
retirada. Afirman algunos historiadores que de no producirse el seísmo pudo
haberse adelantado la conquista de Granada a aquella fecha. El monarca otorgó a
Pero Niño el señorío del valle junto con 300 vasallos, constando el escudo de
armas del condado de siete lises de azur en campo de oro.
Fue también señor de Cigales, Berzosa y Fuenteburaba.
Dejó mandado en su testamento que se le enterrase en la iglesia de Cigales, con
su tesoro, “El Victorial”, y un epitafio en su sepulcro con la siguiente
inscripción: “Aquí yace D. Pero Niño, Conde de Buelna, el cual por la
misericordia de Dios, mediante la Virgen Santa María, su Madre, fue siempre
vencedor e nunca vencido, por mar e por tierra...”.