P.
V. Stock Editeur (Ancienne Librairie Tresse & Stock), Paris, 1ra
edición 1900, 12x18, 346 p. Encuadernado. Tapa dura, rustica
editorial, ejemplar usado, muy buen estado. Con foto del juez
Magnaud. Con dedicatoria de anterior propietario. Libro escrito en
frances.
Magnaud
fue presidente del modesto tribunal francés de Cháteau-Thierry. Sus
compatriotas le llamaban "el buen juez", porque, sin
pretenderlo, tuvo la virtud de satisfacer los anhelos de justicia de
un pueblo desconfiado ya de ella. Su fama ha traspasado las
fronteras; sus sentencias, reproducidas en la prensa extranjera,
coleccionadas después; vertidas a todos los idiomas del mundo
civilizado, han producido una emoción general. Claro es que no han
satisfecho a todos. Como sucede siempre, al mismo tiempo que los
admiradores de un hombre que sobresale entre los demás por algún
concepto, surgen sus detractores. Los que le admiran, señalan la
honradez acrisolada de Magnaud, su diligencia en el cumplimiento del
deber, su espíritu investigador, su delicadeza de sentimientos, su
vocación profesional. En su justicia, hacen notar la perfecta
equidad que la caracteriza, la intensidad y extensión que comprende,
el humanitarismo que la anima. Los que le discuten le motejan, unos,
de infractor de las leyes, de sectario, de populachero; otros, menos
exagerados, simpatizan con su obra, pero creen, como aquellos, que al
realizarla excede los límites de sus facultades judiciales.
¿Qué
hace, pues, en concreto Magnaud? De la colección de sus sentencias,
comprendida en este libro, se deduce que en el orden de los derechos
es el primero para el magistrado de Chatéau-Thierry, el derecho a la
vida.
POR CUALQUIER CONSULTA COMUNICATE CON NOSOTROS. Envíos
La Pluma Libros
Rosario
Libros con más
historias que las que cuentan.