PRESO
SIN NOMBRE CELDA SIN NUMERO
CID
Editor, Bs As, 2da edición 1982, 19.5x14, 161 pp. Tapa blanda,
rustica original de editor,
ejemplar nuevo, excelente estado. ISBN 9500201380
Timerman
hace una contribución invalorable a la literatura testimonial. Sus
memorias son el documento más profundo y más doloroso de la vida
interna del país.
Timerman
fue secuestrado el 15 de abril de 1977 en su casa a las 3 de la
mañana, por personal parapolicial bajo las órdenes del
general Ramon
Camps. Los
medios Clarín o La Nación ocultaron la noticia, y trataron al
director de La Opiniòn de terrorista y apátrida.
Fue
acusado por la dictadura de tener como socio a David Graiver; y este,
fue acusado de manejar parte de las finanzas de los Montoneros.
Fue
torturado y mantenido desaparecido en los centros clandestinos de
detención Puesto Vasco y en el COTI Martinez. Dedicó su libro
Preso
sin nombre, celda sin número, en el que narró las torturas y
vejaciones a las que fue sometido durante su detención y
encarcelamiento al rabino Meyer,
fundador del Movimiento Judìo por los DDHH y miembro de la CONADEP.
El historiador de la tortura, Edward Peters, destaca la importancia
del libro y señala que "las revelaciones de Timerman tuvieron
una recepción muy variada. Muchos comentadores, por supuesto,
condenaron de plano y sin reservas el trato dado a Timerman. Pero
otros, escribieron críticas más suaves sobre el régimen que
torturó a Timerman y centraron su atención en el mismo Timerman,
sugiriendo que de algún modo había provocado y quizá hasta
merecido un trato que, en cualquier caso, fue necesario, excepcional
y no típico; que Timerman había sido el causante de sus propios
problemas, incluso de su tortura. Timerman respondió a gran parte
del fuego de sus críticos con elocuencia y vigor, y una serie de
comentadores, particularmente Michael Walzes, plantearon la cuestión
más amplia de los motivos y concepciones de los críticos de
Timerman en respuesta a sucesos para los que una década de informes
de Amnistia Internacional debía desde hace tiempo haberlos preparado
para ellos”. En 1984, en Buenos Aires, Timerman prestó testimonio
ante la CONADEP, y su legajo 4635 fue incluido en el informe Nunca
más. En 1985 declaró
en el Juicio a las Juntas.
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