LA CEBRA A LUNARES Año 1 Nº 5 Abril 1974 ROSARIO
Dirección: Manuel Aranda. Jefe de Redacción: Esvén Segovia. Colaboradores: Beas / Colazo / Crist / Fenner / Fontanarrosa / Foresto / Ielpi / Manuel / Napoleón / Gregorio / Amengual / Persig / O’Keefee / etc. La cebra a lunares apareció en Rosario entre fines de 1973 y mediados de 1975. Tuvo una periodicidad bastante regular, aunque nunca logró consolidarse como un mensuario y su repercusión hizo que alcanzara distribución nacional. Lo que distinguió a La cebra a lunares, fue empezar a mirar a Rosario con humor. El gran hallazgo de La cebra fue el de los íconos rosarinos. Fue en la revista donde comenzó a hablarse de Pichincha, o de Rita la salvaje. La comparación con Hortensia ayudó a definir el perfil propio, los cordobeses tenían un humor que estaba en la calle, y que llevaron a la revista. Lo de La Cebra fue rastrear historias, personajes, cosas de Rosario. La ciudad y sus habitantes se convirtieron en tema frecuente de las notas y el humor de la revista. La revista se confesaba apostólica rosarina, “ya que todos sus rosarinos integrantes sentimos el humor como un apostolado".
Una de las que tuvo mayor repercusión fue una notable cargada a la Liga de la Decencia. El organismo que decía velar por la moral y las buenas costumbres había hecho una pegatina de afiches en que instaba a los rosarinos a "ser hombres" y los humoristas de La cebra a lunares encontraron allí un motivo para la risa. Claro que eso no podía hacerse sin consecuencias. "Los tipos de la Liga empezaron a visitar a nuestros anunciantes para pedirles que dejaran de auspiciarnos -dice Manuel-. Siempre nos persiguieron. Veían a la revista como algo subversivo y pornográfico".
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