DON FRUTOS GOMEZ, EL COMISARIO (1ra
ed) VELMIRO AYALA GAUNA
Editorial Hormiga, Rosario, Sta Fe, 1ra edición 1960, 18x13, 154 pp.
Tapa blanda con solapas, rustica original de editor, ejemplar usado, excelente
estado. El libro se completa con notas
aclaratorias y un necesario vocabulario, habida cuenta de que el habla
correntina se encuentra entremezclada con voces guaraníes.
Velmiro Ayala Gauna (Corrientes, 1905 – Rosario, 1967) fue un escritor,
músico, docente y periodista argentino. Marcadamente influido por la tradición
simenoniana del aspecto humano de la investigación, don Frutos Gómez es un
sensato y prosaico representante de la ley; su sentido común contrasta con la
meticulosidad infructuosa de su ayudante, un cabo formado en los medios
modernos de investigación en la ciudad, a quien desespera la falta de medios en
el remoto pueblecito correntino donde ha sido destinado. El sentido del humor y
la fina ironía de la narrativa, aunada a la crítica nacionalista a la seducción
de los modelos procedimentales y culturales importados tout court de Europa,
causaron sensación; la revista Vea y Lea reprodujo con frecuencia las historias
del comisario en sus páginas y el director de cine ítaloargentino Catrano
Catrani llevó la obra al cine con el nombre de Alto Paraná.
El primero de los relatos cuenta la historia por la cual Frutos Gómez
fue designado comisario de una localidad correntina. El resto, su desempeño
como un infalible detective lugareño, que en base a sus conocimientos de las
minucias pueblerinas, de los personajes y sus hábitos, no deja delito sin
esclarecer.
Don Frutos, personaje excéntrico y entrañable como suelen ser los
detectives, es un sagaz hombre del campo tan impregnado con la naturaleza que
sin tecnología sabe cuándo va a llover; por qué se sonroja ese muchacho, y
adónde fueron a parar las tres gallinas de la Rosita. Con esa misma naturalidad
sabe por qué alguien quiso matar y, aunque le lleve un tiempito, descubrirá el
cómo. Para don Frutos no hay intriga que se resista.
Los crímenes a desentrañar ocurren en medio de los esteros o en la selva
fiera, bajo un sol que ya en la mañana es ardiente, y con noches de estrellas y
luciérnagas donde, como dice don Frutos, "en esta tierra de machos ser
valiente es cosa fácil, lo que cuesta es no andar armando camorra para
dimostrarlo". Allí están los cazadores, los del boliche y las arrugadas
viejitas que narran historias de lobisones y curupíes, mientras en la frontera
aduaneros y contrabandistas intercambian disparos; allí están los pícaros, las
muchachas de trenzas larguísimas y los mozos domadores.
Contenido:
Don Frutos Gómez, el comisario.
El alacrán y el inocente.
El bromista.
El cuarto cerrado.
El diablo en Capibara-Cué.
El regreso de don Frutos.
La mentira.
Uno que dormía.
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