POPPER CONQUISTADOR PATAGONICO (1ra
ed) BOLESLAO LEWIN
Candelabro, Bs As, 1ra edición 1967, 20x15, 231 pp. Tapa blanda con pequeñas roturas, rustica original de
editor, ejemplar usado, muy buen estado. Contiene numerosas fotografías en byn
y escritos de Popper.
Julio Popper es un personaje muy especial en la historia argentina. Sus
andanzas en el “fin del mundo” son realmente de excepción, así como lo es la
repercusión que tuvo en su tiempo y la estela que ha dejado.
Popper nació en diciembre de 1857 en Bucarest. Hijo de un intelectual de
peso dentro de la comunidad judía, Naftali C. Popper era el director del primer
colegio judío en la capital rumana y el fundador del diario Timpul. Allí, Julio
estudió ingeniería en las universidades de Bucarest y más tarde en París, donde
completó sus estudios-
Su espíritu aventurero lo llevó a navegar en distintos mares,
recorriendo Turquía, Egipto, India, Japón y China, Estados Unidos, Cuba, México
y Brasil. En este último país se encontraba cuando llegó la noticia que
sellaría el rumbo del resto de su vida: a metros del Estrecho de Magallanes se
había encontrado yacimientos auríferos.
Esta información bastó para ponerlo en movimiento: Popper llegó a Buenos
Aires en 1885, a sus 28 años, atraído por la noticia del descubrimiento de oro
en el extremo sur argentino, más
precisamente en Cabo Vírgenes. Políglota, con un dominio perfecto del
castellano, traía consigo el título de Ingeniero en Minería.
El 7 de septiembre de 1886 fue autorizado a “explorar científicamente el
territorio de Tierra del Fuego”. Apelando a su deducción geológica y minera fue
a la Isla Grande de Tierra del Fuego, donde arribó con un grupo de
expedicionarios. Allí descubrió el más importante yacimiento registrado por la
actividad minera en territorios australes.
Popper tenía la visión geopolítica de crear un pueblo como modo de
afirmar la Soberanía Argentina, proyecto que denominó “Atlanta”, del cual editó
seis ejemplares, numerados y firmados por él, permaneciendo el Nº2 en el Museo
del Fin del Mundo.
Para mantener su organización, acuñó monedas de oro de 1 y 5 gramos de
manera artesanal, consiguiendo que la Casa de Moneda de la Nación acuñe 200
piezas de 5 gramos y mil de 1 gramo, legalizando su circulación. Se trataba de
algo de lo más insólito, ya que en aquel momento regía en toda la Argentina el
Peso Moneda Nacional, mientras que en Tierra del Fuego se encontraba el
“popper”.
Murió en 1893, en Bs As, a los 36 años dejando las monedas “popper”
entre su legado, las cuales hoy en día tienen alto valor numismático.
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